La revolución de las comunicaciones y de los transportes hacen posible un mundo cada vez más rico en lenguas, en culturas, en costumbres… Esa mayor diversidad tiene muchos encantos, pero también crea algunos problemas de comunicación cuando -de viaje o en nuestra propia ciudad- nos encontramos con personas que hablan una lengua distinta a la nuestra. La inteligencia artificial ha hecho los deberes y ahora disponemos de dispositivos que nos pueden resultar muy útiles en ese tipo de situaciones.
Es cierto que ya tenemos a nuestro alcance los traductores de los buscadores y algunas apps, pero la compañía Timekettle ha querido dar un paso más y presentar dos intérpretes digitales tan sencillos de usar como efectivos. Ambos nos permiten entablar conversación sin problema en una amplia variedad de idiomas, incluso con sus propios acentos. Hemos tenido ocasión de probarlos unas semanas y vamos a resumir cómo ha sido nuestra experiencia con ellos.
El primero es el Timekettle T1mini (169,99 euros), que podemos comparar con un pequeño móvil, también con pantalla táctil de 2,83 pulgadas. De hecho, lleva incorporada una tarjeta SIM y un año de datos, aunque lo más recomendable es poder usarlo con alguna conexión WiFi. Una vez encendido, basta elegir la pareja de lenguas que necesitamos y apretar un botón cuando vayamos a empezar a hablar. Al instante, aparecerá en pantalla lo que hemos dicho y su correspondiente traducción al inglés, al chino, al japonés, al árabe o al ruso… También en seguida una voz reproducirá ese contenido en ese nuevo lenguaje para que la otra persona nos entienda. Este es el modo más rápido que ofrece: basta apretar el botón que activa su micrófono dual para empezar a hablar y se pone a traducir. El T1 mini también viene provisto de una cámara trasera de 5 MP con la que podemos hacer imágenes a carteles, cartas de restaurante o cualquier texto y también nos lo traducirá al instante.
El dispositivo, cuando lo encendemos por primera vez, nos da la opción de descargar unos primeros paquetes de idiomas de entre 36 lenguas y 88 acentos. Por poner un ejemplo, solo del español encontramos las variedades de España, Estados Unidos, Honduras, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Argentina, Chile, Bolivia, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Perú, Puerto Rico, Paraguay, Uruguay, Venezuela y El Salvador. Dentro de las lenguas cooficiales de España, también encontramos el catalán. Y si estamos planeando algún viaje, nos ayudará con el hindi, el indonesio, el tailandés, el coreano, el japonés, el chino… Todos esos lenguajes están disponibles cuando estamos conectados a Internet, aunque en modo offline también conservamos 13 pares de idiomas entre los que se encuentran los más demandados. En nuestro caso, podemos traducir offline del español al inglés y al chino. Deja descargar un máximo de cuatro paquetes de idiomas para trabajar en ese modo offline con el dispositivo. Por este motivo, como comentábamos antes, lo mejor es poder usar el dispositivo con una conexión WiFi, donde las opciones se multiplican. Las conversaciones que mantenemos podemos grabarlas para tener luego un registro de ellas, si así lo necesitamos.
En cuanto al segundo dispositivo de Timekettle del que queremos hablar, el WT2 Edge, es más avanzado aún, de ahí su precio (349,99 euros) y se trata en este caso de un sistema de dos auriculares. Los dos se emparejan por bluetooth a un teléfono móvil con la aplicación específica ya descargada y cada uno de los interlocutores se coloca uno de estos auriculares. En este caso, se ofrecen 40 idiomas online con 93 acentos y 8 lenguajes si estamos sin conexión a la red. La interpretación es simultánea, si bien nosotros podemos elegir si queremos retrasar un momento la audición para hacerla consecutiva.
Con los auriculares WT2 Edge pueden estar dos personas hablando al mismo tiempo y ambos escucharán en su idioma lo que está queriendo decirle el otro. Digamos que el ritmo de la conversación y de la interpretación es libre, podemos marcarlo nosotros. Así, si queremos tener una conversación más pausada, podemos mantener pulsado el botón que incluye el auricular para indicarle cuándo empezamos y terminamos de hablar. En este modo, el otro auricular se silencia y centra la atención en ese interlocutor. Y a continuación en la respuesta se hará lo mismo.
También disponemos de un modo altavoz para hacer preguntas rápidas cuando estamos de viaje y de otro modo en escucha, que nos traduce al oído lo que escuchamos. Esta última opción es ideal para cuando asistimos a una conferencia o una sesión en otro idioma.
Ambos dispositivos están siendo utilizados ya en comisarías y en escuelas con mucha diversidad lingüística, donde los profesores tienen que comunicarse con padres de alumnos que aún están en proceso desintegración y no conocen el idioma. Imaginamos que, de llegar a necesitarse, incluso en algún parlamento podrían cumplir su función…