El currículum es la forma de presentarse a una empresa y será la primera impresión que se lleven los reclutadores de los candidatos.
Por eso, un CV bien diseñado y enfocado puede marcar una gran diferencia en la búsqueda de empleo. El CV es el reflejo de nuestra experiencia, habilidades y logros
En el competitivo mundo laboral actual, la búsqueda de empleo suele ser para muchos un desafío abrumador. Cientos de currículos llegan a las manos de los reclutadores en cada oferta laboral y destacar entre el resto de aspirantes se convierte en una tarea complicada, sobre todo en empleos altamente demandados donde se acumulan cientos de solicitudes. Por eso, pasar el primer filtro en un proceso de selección se ha convertido en un objetivo clave para los trabajadores.
En este contexto, el curriculum vitae es la herramienta principal que marca la diferencia entre ser considerado para una primera entrevista o quedar en el olvido. Es, en cierta manera, la carta de presentación de los candidatos y en lo que la empresa se basará para ese primer filtro entre seleccionados y descartados.
El CV es el reflejo de nuestra experiencia, habilidades y logros. O, al menos, así debería serlo. El problema es que, en la práctica, no todos los candidatos son capaces de recopilar de forma atractiva toda la información profesional sobre sí mismos.
Uno de los secretos para destacar en el proceso de selección es personalizar tu currículum vitae para cada oferta de trabajo a la que postules. Los reclutadores buscan candidatos que se ajusten específicamente a las necesidades de su empresa, por eso es fundamental estudiar detalladamente la oferta laboral. La primera pregunta que debemos hacer es qué habilidades y conocimientos piden. Luego, nos preocuparemos de cómo reflejar eso en nuestro CV. Intenta añadir palabras clave que aparezcan en la oferta y eliminar todo aquello que no sea relevante en cada caso.
Un CV efectivo debe ser más que una simple lista de trabajos anteriores y tareas realizadas. Evita hacer listas enormes con las responsabilidades que has adquirido en cada puesto. Por el contrario, trata de destacar tus logros más significativos y las habilidades claves que te hacen destacar como candidato. “Conseguí aumentar un 10% de las ventas de la empresa” o “lideré un proyecto de cuatro trabajadores” son algunos ejemplos de logros destacables.
El perfil profesional es un breve resumen de tu trayectoria que se incluye en la parte superior del currículum vitae, reflejando tu experiencia, formación y competencias que más quieras destacar. Este perfil debe adaptarse a cada oferta de trabajo, destacando aquello que crees que más puede llamar la atención de la empresa a la que estás postulando. Suele ser una estrategia efectiva para captar la atención de los reclutadores y hacer que sigan leyendo tu CV con atención.
Mantener una estructura clara es fundamental a la hora de desarrollar un CV. En este caso, se recomienda utilizar una cronología inversa de manera que se muestra la experiencia profesional desde los trabajos más recientes hasta los más antiguos. En cuanto al diseño, es recomendable utilizar alguna de las múltiples herramientas disponibles en Internet que facilitan este trabajo. Esto puede ser de ayuda, especialmente para personas que no tengan muchos conocimientos de diseño.
El currículum es una herramienta fundamental, pero no es la única para pasar el primer filtro de un proceso de selección. Hoy en día, dependiendo del sector, las empresas se interesan por otros aspectos como, por ejemplo, el perfil de Linkedin. Esta es una de las herramientas más utilizadas para la búsqueda de empleo, pero también para reclutar a trabajadores. En perfiles más artísticos y digitales, los reclutadores también suelen darle importancia al contenido publicado en redes sociales por los candidatos.