En mayo de 1959 el Departamento de Defensa de Estados Unidos —cliente por excelencia de las tecnológicas de la época— y algunos fabricantes se pusieron manos a la obra para crear un nuevo lenguaje de programación. Lo llamaron COBOL (Common Business Oriented Language), y lo que no se imaginaban es que 64 años después este lenguaje seguiría dando demasiada guerra.
COBOL se ha convertido en un quebradero de cabeza. El lenguaje ya tiene casi edad de jubilarse, y aunque hay desarrolladores que siguen trabajando con él, cada vez hay menos expertos que puedan gestionar los sistemas que aún están basados en dicha plataforma. De hech oun estudio de 2022 reveló que siguen 800.000 millones de líneas de código de COBOL en entornos de producción, y hay muchas empresas que querrían adaptarlo a lenguajes más modernos.
El legendario lenguaje de programación COBOL acaba de cumplir 60 años, y es probable que cumpla otros 60 más. Según el IJARSCT, el 43% de todos los sistemas bancarios a nivel global siguen usando COBOL en mayor o menor medida. Ese mismo estudio revela que con él se gestionan tres billones de dólares en transacciones diarias, incluidas el 95% de las transacciones de los cajeros automáticos de EEUU y el 80% de todas las transacciones de las tarjetas de crédito.
La programación en COBOL exige escribir mucho y el formato es meticuloso e inflexible, pero es que además tarda más en compilar que sus competidores. Los programadores suelen volcarse en lenguajes más modernos y atractivos —y que les hacen ganar también mucho dinero—, y los pocos programadores con conocimientos de COBOL ya tienen un apelativo muy descriptivo: los ‘cowboys de COBOL’.
En IBM llevan tiempo trabajando en una plataforma de inteligencia artificial llamada watsonx que permite teóricamente convertir el vetutosto código COBOL en código en lenguajes más modernos como Java que permitan a desarrolladores poder trabajar directamente con el resultado.
PCMag, Keri Olson, responsable de este proyecto, afirma que watsonx «ayuda [a los clientes] a refactorizar sus aplicaciones». Es decir, las divide en partes más pequeñas que luego el cliente puede elegir para modernizarlas pasándolas de COBOL a Java. Aún así, los propios responsables de IBM afirman que esto «es una herramienta de asistencia al desarrollador. Está asistida por IA, pero sigue necesitando al desarrollador».
Hace parte del trabajo, no todo. En IBM afirman además que watsonx «puede generar el 80 o 90% de lo que necesitan, pero aún así requerirá un par de cambios. Es una mejora para la productividad, no un sustituto del desarrollador».