El alumno tipo de esta enseñanza ya no se limita a un profesional que dispone de poco tiempo. Cada vez haya más perfiles, de distintas edades, que optan por este formato.
Los posgrados ‘online’, una opción para todo tipo de público. En 2010, menos de un 65% de los españoles era usuario de Internet. Ya vivíamos en la era del ciberespacio y, aunque en 2020 esa cifra subió hasta el 93,2%, estudiar online aún parecía cosa del futuro. Hoy, al igual que ha ocurrido con el teletrabajo, el elearning es una práctica extendida en las instituciones formativas porque ha evolucionado en paralelo a los alumnos que cursan sus programas.
En los últimos 10 años ha habido muchos cambios; han sido graduales, pero la pandemia por el Covid ha supuesto un impulso y se ha acelerado la formación online. Ahora hay mucha más demanda de programas híbridos y online de la que ha existido nunca. La pandemia ha permitido que personas que no la contemplaban hayan visto que tiene muchas ventajas.
Desde luego, la generalización de la aceptación de los programas executive en formato online ha llegado indudablemente en los dos últimos años. El aumento de la percepción de calidad de los programas online ha llevado a que, en algunos casos, hoy por hoy ya se sitúen como la opción preferida.
Tal ha sido el cambio, que a quienes por cuestiones geográficas no estudian presencialmente se ha unido un nuevo perfil: el de quienes directamente prefieren hacerlo online. Los nuevos alumnos de posgrado se sienten más digitales. En el proceso de selección para acceder a un programa executive, ya no se cuestionan que sea en línea; porque también trabajan así. Y ya no esperan a tener tiempo para cursar este tipo de programas de forma presencial.
Por ello, el nuevo alumno de un programa de posgrado a distancia no solo tiene certificados de corta duración, sino que es más renuente a programas largos (de más de seis meses), sobre todo, cuando el modo online le permite compaginar mejor. Y además, es más exigente al escoger la titulación.
También ha crecido sustancialmente el alumnado internacional, hasta el punto de que en la UOC registran actualmente 14 nacionalidades distintas e incluso hay programas online donde los extranjeros constituyen el 60% del público. En el caso de la EOI, los latinoamericanos han pasado durante la última década desde el 15% hasta el 40% en esta modalidad.
En cuanto al poder adquisitivo de los estudiantes, los programas de posgrado (y especialmente, los executive) solían verse como algo muy premium. Ahora ya no es así.